ELEVA EL MENSAJE

No es necesario hablar más alto. No es necesario ser más incisivo. No es necesario repetirlo mil y una vez. Ni tan siquiera, es necesario agitar compulsivamente tus brazos para dar más fuerza a lo que dices.

No es sólo lo que dices y cómo lo dices, sino el «mensaje resonante» que subyace debajo de todo ello.

Tal vez, con que seas capaz de conectar lo que quieres decir con lo que necesita escuchar tu interlocutor, sea mucho más que suficiente…

No eleves la Voz, eleva el Mensaje.

¿CUECES O ENRIQUECES?

Vivimos en un entorno en el que estamos rodeados de todo tipo de estímulos. Tanto es así, que llega un momento en el que estamos completamente saturados, hasta el punto de hacernos «impermeables» a todo tipo de mensajes que nos llegan por los más variados canales.

La lucha por la atención del consumidor/cliente/usuario/comprador es el «caballo de batalla» de los departamentos de marketing de las grandes Compañías y por toda suerte de profesionales independientes expertos en todo tipo de temáticas.

Con tantísimo «ruido» en los mercados y en los canales de comunicación, captar la atención del cliente potencial es una absoluta prioridad, pues abre una posibilidad real a la venta de productos y servicios.

Así las cosas, en el ámbito de la atención hemos pasado de la interrupción (anuncios) a la atracción (contenidos).

La primera, genera incomodidad y, salvo que dichos anuncios/interrupciones tengan algo valioso para alguien, la sensación generada es de molestia y ruido.

La segunda, implica la generación de contenidos de valor para aquellos a los que reclamamos atención. En primera persona, esto conlleva conocer cuál es nuestra aportación al mundo, comunicarla de manera atractiva y útil, y conocer bien a quién le resuelve un problema y, por tanto, le puede ser de utilidad.

Y tú, para ser profesionalmente atractivo ¿sabes bien qué aportas, cómo lo aportas y a quién lo aportas?

Recuerda que tu #MarcaPersonal está en juego con cada aportación que haces al mundo, por lo que plantéate lo siguiente: en esto de la atención, tú, ¿Cueces o Enriqueces?

Cueces o Enriqueces.png

GENIAL… ¡¡¡SOY UN FRACASADO!!!

Vivimos en una Sociedad marcada por una ola de excesivo positivismo y de «buenrollismo» que ha derivado en una permanente impostura de «todo va bien», de «no hay fracasos sino aprendizajes», de una desmedida sobreprotección ante «lo doloroso», de una evitación manifiesta de la «frustración ante lo que no me sale bien», etc…

Ahora que utilizamos todo tipo de técnicas avanzadas de comunicación para poner en positivo el lenguaje y no utilizar determinados términos «limitantes» es cuando más orgulloso estoy de poder decir que yo SOY UN FRACASADO.

Sí, me he equivocado en infinidad de ocasiones, he hecho las cosas mal muchas veces. Lo bueno es que eso me ha convertido en la persona que soy. Me ha hecho más fuerte, más resistente y más tolerante ante la frustración de, en ocasiones, no conseguir las cosas que quieres en el momento que quieres.. En definitiva, me ha permitido crecer y madurar.

Lo bueno de reconocer que has fracasado, que fracasas y que lo seguirás haciendo, es que es una buena forma de liberarse de la superficialidad por no tener que demostrar cada día que eres perfecto.

Bendita imperfección…

Genial soy un fracasado

OSCURIDAD VS LUZ

¿Existe el frío? Según las Leyes de la Física, existe la ausencia de calor. ¿Existe la oscuridad? Existe la ausencia de luz. De hecho, podemos estudiar la LUZ, pero no la oscuridad… Metafóricamente, en momentos como los que vivimos, de Oscuridad, sólo podemos encontrar una salida si somos capaces de encender una LUZ, de establecer un OBJETIVO a alcanzar. Desde ahí, establecer un rumbo te permitirá ponerte en marcha.

La oscuridad supone inquietud, miedo, angustia, confusión, incertidumbre, desorientación, parálisis… una luz supone, esperanza, rumbo, confianza, seguridad, ilusión, certidumbre,… Busca tu LUZ…
Oscuridad vs Luz

Escucha sincera.

«Estamos rodeados de personas que necesitan ser escuchadas. Personas que viven situaciones difíciles y son incapaces de pedir ayuda. Ayuda que, en ocasiones, sólo consiste en ofrecer tu hombro y escuchar de forma sincera.

El mero hecho de escuchar no cambia la situación, pero sí a la persona que debe afrontarla. Así pues, permanece atento y… sé todo oídos».
Escucha Sincera