MIEDO A VIVIR

Lo que nos separa de exprimirnos a tope a diario es no saber cuánto tiempo nos queda aquí abajo.
Pasamos por la vida con el «freno de mano echado» esperando siempre una mejor ocasión para disfrutar de la experiencia que nos ha sido regalada. Siempre postergamos nuestra felicidad condicionándola a la obtención o a la tenencia de algo, de cualquier cosa:
<<Seré libre cuando me independice, tendré hijos cuando tenga una trabajo seguro, viajaré cuando mis hijos sean mayores, estudiaré otro idioma cuando tenga tiempo, seré feliz cuando tenga dinero para vivir holgadamente,… y, así, hasta el infinito>>
Mientras nuestros temores y miedos nos atenazan, la vida pasa por delante nuestra…
El miedo a morir no es nada, comparado con el miedo a VIVIR. ¡¡¡Suelta amarras!!!, disponemos apenas de un suspiro en la línea del tiempo, desde que el mundo es mundo.
Es ahora, hoy, cuando el sol brilla, la brisa acaricia tu rostro o la sonrisa de la persona a la que amas te susurra al oído. ¿Mañana? Quién sabe si habrá mañana…
MIEDO A VIVIR

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