Nos pasamos toda la vida buscando lugares grandiosos que visitar. Lugares que consigan emocionarnos. Lugares que nos generan sensaciones especiales. Lugares que nos llevan a otros lugares. Lugares que, de vez en cuando, nos permiten sintonizar con nosotros mismos. Lugares que nos recuerdan lo maravilloso que es este planeta que habitamos. Lugares que nos permiten escapar. Lugares que nos transportan a otras épocas. Lugares que nos hacen sentir pequeños, muy pequeños. O grandes, muy grandes. Lugares que nos conectan con otras personas, con otras civilizaciones. Lugares naturales o lugares creados por el hombre. Lugares, lugares, lugares,…
En todos los casos, aún siendo tremendamente bellos, aún siendo mágicos e inspiradores, visitar estos lugares implica salir allá fuera, donde quiera que se encuentren para volver a despedirte de ellos cuando debas regresar a tu rutina diaria.
Sin embargo, sólo hay un lugar que siempre permanece contigo. Allá donde vayas.
Tu presencia en cualquier lugar puede ser pasajera, pero existe un lugar permanente, eterno, cerca, muy cerca de ti.
Así es, y, además, siempre lo has sabido. Existe un lugar capaz de hacerte sentir todas las sensaciones descritas sin necesidad de moverte. Un lugar que desafía el espacio y el tiempo.
Tal vez, sólo con cerrar los ojos, respirar y sentir, puedas llegar a experimentar una conexión con el TODO. Este maravilloso lugar tiene la virtud de colocarte en el centro del Universo y hacerte sentir en todas partes. Ese lugar eres tú.
Pasarás todo el tiempo que te queda en este planeta contigo mismo,… ¿Qué tal si haces de ti un sitio donde te guste vivir?¿Qué tal si te visitas más a menudo?
Recreándose. 